Lasaña de pollo y queso fresco

Necesitamos:

- 1 pechuga de pollo limpia y troceada

- 1 trozo de queso fresco, en su punto de sal mejor

- 1 placas de lasaña, pueden ser precocidas

- Queso parmesano rallado

- Cebolla tierna

- Harina

- Leche, puede ser desnatada

- Aceite

- Pizca de sal, nuez moscada y pimienta

Por un lado lavamos y troceamos la pechuga y la freímos a  fuego lento, reservamos.

Por otro lado: en una sartén ponemos mantequilla y aceite, se supone que la cantidad de grasa es la misma que de harina que empleemos.

Pelamos y picamos la cebolla, le añadimos tres cucharadas de harina y cocemos ligeramente en la sartén con la grasa, le añadimos pimienta, nuez moscada y sal.

Posteriormente se le añade la leche poco a poco y sin dejar de remover hasta que eche burbujas y cocemos a fuego lento un ratico, para asegurarnos que la harina se cuece y pierda su sabor.

Preparamos las placas de lasaña según nos dice el fabricante.

En un recipiente apto para el horno, lo engrasamos, le colocamos una capa de placas de lasaña, encima trozos del pollo y del queso blanco, capa de placas y repetimos la operación.

Por último le echamos la bechamel que hemos realizado.

Sugerencia de presentación:

Antes de meter al horno a gratinar, le añadimos queso rallado.

Esta receta nos la dio la Ena, en su honor la repetimos y sale excepcional.